Dices
que los que creemos en Dios no debemos odiar que eso no está con las leyes de
Dios. Te doy la razón, para mi Dios es muy importante en mi vida, pero nunca me
olvido que así como Dios es amor y bondad el maligno es causante de todos los
sentimientos viles de este mundo, No
Dios. Yo no puedo odiar porque Dios no me ha enseñado a odiar, pero si a
despreciar a una persona que juega con los sentimientos de otra, que ha sido
todo un farsante, que incluso cuando me abandona, solo hacía pensar que si
estaba sufriendo el también, que ilusa Dios mío, como se ha de haber reído de
mis preocupaciones, toda la vida viví engañada miserablemente. Como puedes
pensar de una persona que usa el nombre de Dios para jurar amor eterno y a la misma
vez mantiene una relación de doble personalidad con otra mujer, que cuando se
ve descubierto trata de huir como un miserable cobarde, no tú no eres digno de ningún
sentimiento que no sea solamente desprecio pues en la raza humana pululan todos
tipos de especímenes pero nunca había conocido yo uno así de esta envergadura.
Yo no te odio solo me causas desprecio con todos tus alardes y mentiras, eres más
bien digno de lastima, pero parece que Dios me lo puso todo delante de mí para
sacarme de una obsesión que me estaba haciendo mal y que gracias a Dios el
golpe ha servido para poder mirarte como una persona insignificante, persona
chiquitica.
Persona chiquitica no es esa que es bajito yo le
llamo persona chiquitica a esa que en sus principios morales viola las reglas más
sagradas del ser humano.
No quiero sabes jamás de Usted: “Persona
Chiquitica”, y no, no lo odio lo
desprecio.